Un beso lento,
sublime .
La calidez de un sorbo
de café
amargo,
dulce,
perfecto.
El aliento de una flor
taciturna
cual silbido del alba
se desvanece
Déjame suprimirme
contigo
extinguir mis versos en un
suspiro
déjame quemar en
tu piel mis manos
Quiero poseer tu voz,
tu cuerpo,
tu aliento.
Retenerte en cada
momento
hasta que la noche
muera
hasta que el
crepúsculo toque tus montes,
Mujer amarga,
apacible,
“Mí dama.”
Déjame dibujar tu piel
con mis pinceles
hundir mi pecho en tus
laureles .
Quiero tocar tu pecho,
quiero penetrar tu
mente con mi lengua,
tu sexo con mis manos,
tus delirios con mis
labios
Yo seré el fuego
tu serás el grano
yo seré el río
tu serás el campo,
(te regaré con mi
rocío).
Quiero
ser la crema en tu café.
De verso en verso
de sílaba en sílaba
constituirte a ti,
mi bella melodía.
Sólo anhelo hacerte
mía…
y cada vez, más mía.
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