lunes, 20 de septiembre de 2010

Esperanza, fe y olvido


Yace allí la paradoja constante del mundo

entre escoria, entre sucias plegarias y desdenes.

Suaves desaires que interrogan al mundo.

Doseles teñidos de amargura, de un ambiguo color neutro.

Ante las vivas llamaradas de la herida vivo,

me alimento de aquellas breves e ignotas almas incandescentes.

Consecuentemente a las horas del reloj

aquel descanso muere al alba, a la penumbra del ahora

sollozando al regazo del mañana y muriendo al ocaso del ahora.

Allá entre escoria, entre sucias plegarias y desdenes

allá es donde apenas sobrevivo.

Yo: Esperanza, Fe y olvido.

Allá donde todo esto es sólo un delirio.

domingo, 19 de septiembre de 2010

¿Por qué la luna no tiene sangre?


¿Por qué la luna no tiene sangre?

Es porque espera acallada a la noche eterna

el eclipse oculto tras las venas, tras el alcohol

la catarsis melódica de un solsticio insólito

¿Por qué la luna no tiene sangre?

Es porque ha muerto a la espera del regreso

al retorno de aquel breve encuentro

y tras la espera del lento tiempo muere en silencio.

La luna no tiene sangre…

Porque espera a su amado el sol.

Aquel que rebosa de alegría; el sol es su corazón.

¿Por qué la luna no tiene sangre?

Simplemente porque ha muerto.

Murió entre las estrellas, entre las lejanas estelas

y allí su alma se pudrió.

La luna no tiene sangre porque se marchitó.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Entre paisajes.

Entre paisajes y sombríos recuerdos

el amor perecedero muere inmune al desvelo.

subyacen entre el subsuelo y mi cuello un oleaje de desespero

llanto, dolor amargo que ambiguamente me inunda a caudales.

Rojas rosas que despiertan en mi cinceles

concreto duro de roer, un adiós duro de marcar

compases inconclusos a la hora de terminar.

simplemente ayer para vivir.

entre paisajes y sombríos recuerdos,

bajo aquel sauce marchito en el tiempo

mueren uno a uno el eco de mis versos…

versos que esperan a la voz del viento

sosegando entre tus dedos y mi entierro.