martes, 27 de julio de 2010

Viva la Chingada.

A veces me pregunto “¿Qué es la realidad?”

Simples mortales que se aman, jugando a las escondidas

Tal niño en la primaria… Solos, solos estamos como

Mortales destinados a luchar en la simpleza del sollozo

Solos, estamos solos enterrados en la realidad

Realidad alterna que todos deciden por nosotros…

Un azul que no se puede encontrar

Amores que matan, asesinos que se aman

Dioses que no juzgan más que en silencio

Peregrinos que se asientan en comunidades

Se unen a la noche eterna de la dura vida.

A veces me pregunto “¿Qué es la realidad?”

Que tan lejos estamos de las guerras

Que tan alejados yacemos del amor

Y no amores carnales, porque amar va mas allá de un beso

Porque para amar tenemos que creer

Porque para creer tenemos que olvidar…

¡Simplemente porque para ser tenemos que nacer!

Aferrarse a la vida, eso debemos hacer… simples mortales

Solamente simples mortales que entregan vidas

Vidas de dolor y pasión… solos, nuestra única promesa

La vida eterna, aquella que todo Dios promete y jamás existirá

Mentiras que todos creemos, aquellas que nosotros creamos

Solos, estamos solos en esta puta realidad

A veces me pregunto “¿Por qué mexicanos?”

Y porque no, simples mortales chingados y por chingar

¡Que viva la Malinche! Porque fue la única que si se pudo independizar

Mujer, Violada ¡Y SOLA!, simplemente mujer…

A fin de cuentas, mortal, sublime y efímera como todo e la vida

¿Qué Dios miente?, no hay vida después de la muerte,

Somos lo que fuimos, seremos lo que somos y el futuro

Incierto como agua al aceite… sublime y delineado

Tal grito a la revolución, revolución de armas

COBARDES HASTA EL FIN.

Sin agallas, sin escrúpulos, mera escoria, destacados

En el odio al prójimo… simples y solos mortales

¿Qué es la vida entonces?…

Un juego, un sucio juego de palabras, de rencor entre los hombres

Un juego, despedidas de suspiros, sollozos regazos del delirio

Odio la política de chingar o ser chingado

Simple y taciturna, dulce y amarga vida

Realidad alterna que nos ata a la soledad

Soledad del muerto en vida, olvidado y olvidante…

Un lirio del suspiro que todo hombre, que todo mexicano

Llama patria, la bella patria del cenzontle

Aquel que ya matamos entre gritos de guerrillas

Sangrientas muertes que en silencio asesinan

Efímeras, efímero como todo en la vida…

Eso soy un mexicano efímero que escribe versos

Versos del olvido, como reproche al suspiro…

Al suspiro de la maravilla que es la chingada vida.

Las caricias de tus besos...

Las noches ocultan nuestros besos
las caricias que son forzadas al reencuentro
sueños que mueren entre las delicias de la vida
una cama que se acorta a dos almas
simple frenos del tiempo que sollozan en gemidos
resonar de dulces melodías que dan al compás de las olas
lunas que mueren ahogadas entre las manos
manos que dibujan siluetas en mi cuerpo
notas dentro mis delirios, eres mi cuerpo
soy tu vida, el estremecer dentro tu pupila
soy la noche de tus versos
las caricias de tu besos
eso soy, el sueño de un delirante rocío matutino de tu cuerpo…
mientras las noches oculten nuestros besos seguiré siendo
este tu ultimo deseo.

Otro poema.

Retomando suspiros
me enredo entre estos dulces delirios
suaves, efímeros y marcados
escucho tus gemidos a mi oído
susurro a tus labios con mi estremecer
me haces tuya, simplemente me inundas
de tu ser, de tus caricias… de este inevitable placer
suaves delirios convertidos en gemidos
noches en vela que me entregas a tus caderas
caricias que inundan de colores la habitación
que entre las sabanas van escribiendo bellas melodías
melodías de pasión y melancolía
aquellas manos que tejían canciones en mis caderas
ahora solo desenmarañan mis palabras
que entre jadeos apenas pueden ser escuchadas
dulces besos, caricias eternas un ultimo grito
este bello y efímero placer al que estamos sometidos…
espero tus labios rozando mi cuerpo
aferrarme a tus caderas por sobre tu entrepierna
suave, delirante… solo espero ese momento, durante
noches, durante horas, para que me hagas mas tuya
que de nadie, que el tiempo se detenga y una mi alma
con tus gritos de desaire… una suave pasión,
pasión que murió presa de las caderas de otro beso al suspiro
otro despido al delirio otro estremecer de placer.