A veces el abismo consume el tiempo,
mi mente absorta a mi alma en silencio.
Soy suspiro en el olvido… y vos sos destino.
Y si sos destino y yo el olvido ¿Dónde queda lo que hemos vivido?
Enterrado, enterrado en vos, en tu adiós.
Hay días en que quiero morir…
Morir pensando en que no volverás a mí.
Horas en las que ansío que termine el día,
que el viento se lleve al tiempo lejos.
Mi mente aterrada encierra a mi alma
caminando errante detrás de la ventana
un corazón se marchita al pasar de las eras
y vos… sigues siendo destino.
Las estaciones transcurren y yo aquí sigo
parada donde me dejaste con el corazón vacio,
roto, nulo, nulo de si, de sentimientos, carente,
carente de emociones… corazón marchito.
El tiempo sigue su recorrido, desde que inicio
y hasta que termine el porvenir…
El tiempo sigue y vos…
Vos sos mi destino.
Aun así, por sobre el ayer y el hoy…
queda una marca, un recuerdo en el buro
un suspiro, un adiós, una bella y triste historia de amor.