jueves, 8 de diciembre de 2011

Dueles

Dueles.

Duelen tus besos

tus recuerdos

cada palabra;

Rencor.

Duelen tus manos,

frías caricias.

Desesperación.

Soy un objeto, inanimado,

otro más,

una canción

reproduzco hora a hora

cada lágrima

melancolía,

otra bella melodía.

Duele tu voz;

sombra que resuena

un camino intransitable

Tu: La fuerza

IMPARABLE

Yo: el objeto

INAMOVIBLE.

Que cede, ante ti, porque

dueles.

sábado, 23 de julio de 2011

Un sueño.

Soñé con un cielo y un arcoíris,

un velero, dos amantes y un recuerdo.

Soñé con un ayer, oscuro y sereno, lleno de estrellas;

Un tormento.

Soñé que fui princesa, que mi príncipe me rescataba,

Soñé que fui viento, y en el horizonte yo volaba.

Luego desperté, vi que no tenía techo,

un hogar, no tenia vida.

Era hiedra, era sal, vi que estaba muerta;

como una roca hundida en la arena,

perdida entre multitudes, entre las llanuras.

Fui marinero, soldado, fui todo menos princesa,

He sido muchas cosas, siempre falle en mi misión,

Un día dentro de mi sendero apareció tu silueta,

Por fin fui dama, me hice estrella, solía ser una gota impredecible,

Tu me hiciste predecible, fuimos uno sin dejar de ser dos.

Te ame a ti como a ninguno, di y daré por ti mis sueños, anhelos, mi todo.

Fui prisionero de tus besos,

Redentor de tus caricias,

Fui verso ahogado en tinta; bohemio perdido en la nicotina

Fui sol, amante de la luna, fui rayo y me perdí en el abismo.

Desperté llorando, he fallado en amarte, como falle al nacer, como fallo siempre,

Como una ola que desaparece al tocar la sal en la arena; no merezco la vida,

No una tan plena, tan coherente.

Comienzo a creer que estas mejor sin mi a tu lado.

Por mi no te preocupes, la soledad me resguarda, como siempre, mártir fui mártir moriré.

Soy un mito, fuiste un sueño, el arcoíris de mi cielo.

Fui tormenta, borre con mi cuerpo tu pasado, tus penas, tus problemas

Tristemente me convertí en ellos.

Ahora soy viento, recorreré mi tormenta a otra bahía,

A una que este vacía, donde no dañe a nadie con mis rutinas

Y esas gotas que caen una a una puedan seguir cayendo sin temor a causar infortuna.

Se libre y vuela como las gaviotas, vive, sueña, ama y que las estrellas te cuiden,

Desde allá te cuidara mi alma.




Te amo Izi. Se feliz, hoy mañana y siempre.

Gracias por todo...

viernes, 1 de julio de 2011

Bajo el cielo florecía una rosa,

clara y suave, sin espinas,

subía por mi piel tiñendo mis rincones,

con su olor, con su esencia.

Tristemente la rosa poco a poco se marchitaba

dejaba de ser la hermosa rosa que me cubría

dejaba de ser la esencia que me enmarcaba.

Las horas continúan en el reloj que no para

la tierra gira y gira y sigo aquí, sin nada.

Cuando dejas que la rosa se ahogue desaparece

y sus pétalos, uno a uno cubren la aurora de la luna.

Hoy la luna es roja, llora sangre, sangre que no tiene.

Es mi culpa, y una ola lo calla.

Bajo el cielo floreció una espina,

recubrió los campos que alojó la rosa,

El reloj no paró, ni el mundo se inmutó,

hoy muere un fénix al fuego, renace otra flor,

otra flor que no soy yo.

miércoles, 1 de junio de 2011

Sólo el viento reconoce lo que la luna llora,

y es que derrama lágrimas en grandes caudales,

una a una se desojan las rosas,

se desvisten los juncos,

desnudos ante la tierra olvidan tu voz.

Sólo el sol reconoce el dolor de mi alma,

que se marchita como playa en primavera,

decolorando cada otoño las ramas de mis ojos.

Sí, la certeza me abandona lentamente,

el dintel de la puerta ahora es más grande,

tan grande como el amor que siento por ti, creciente.

Sólo el viento reconoce lo que mis manos dicen,

tu corazón lo que mis ojos callan

y los demás, los demás ignora lo que mi boca habla.

Aunque todo esto pase, lo único que mantiene a mi corazón vibrante

es tu sonrisa, misma que abrazo cada mañana con un café,

un café y el primer “Te amo” de cada aurora.

martes, 31 de mayo de 2011

A través del tiempo


A través del tiempo mi cuerpo creció,

se desarrolló lentamente con el paso de los años,

mis manos dejaron de ser suaves y tersas,

el trabajo las agrietó, y la vejez los arrugó;

a través del tiempo dejé de tener uno, dos, tres años…

comencé a acumularlos, como los recuerdos y vivencias.

Mis palabras se hicieron débiles, mi voz ya no era la de antes

el viento ya me llevaba, no podía contra él.

A través del tiempo atrapé historias dignas de nombrar,

algunas otras que preferiría olvidar…

Y sí, los años lisonjeros se hicieron presentes en mi piel,

en mi voz, en mi cabello, en mi ser entero,

dejé de ser la joven inmadura y me convertí en mujer.

Mi busto dejó de ser firme y duro,

mi vientre se arrugó y estrió,

mi tez se tornó llena de pequeñas arruguitas,

y mis labios perdieron el color lleno de vida…

A través del tiempo perdí muchas cosas,

amigos, familia, sueños, e ilusiones,

pero al final de todo allí seguía presente tu semblante,

tal y como ahora, en el desván, empolvado por los años,

has ido irradiando luz en mi sendero, has sido cordura en mis desaires,

creciste como el alfa que guía a la manada.

Dejaste de ser el hombre del que un día me enamoré,

pasaste a ser el amor de mi vida,

el hombre que renovó todo lo que soy y lo que era,

a través del tiempo lo único que me queda es tu voz, eres tu…