sábado, 23 de julio de 2011

Un sueño.

Soñé con un cielo y un arcoíris,

un velero, dos amantes y un recuerdo.

Soñé con un ayer, oscuro y sereno, lleno de estrellas;

Un tormento.

Soñé que fui princesa, que mi príncipe me rescataba,

Soñé que fui viento, y en el horizonte yo volaba.

Luego desperté, vi que no tenía techo,

un hogar, no tenia vida.

Era hiedra, era sal, vi que estaba muerta;

como una roca hundida en la arena,

perdida entre multitudes, entre las llanuras.

Fui marinero, soldado, fui todo menos princesa,

He sido muchas cosas, siempre falle en mi misión,

Un día dentro de mi sendero apareció tu silueta,

Por fin fui dama, me hice estrella, solía ser una gota impredecible,

Tu me hiciste predecible, fuimos uno sin dejar de ser dos.

Te ame a ti como a ninguno, di y daré por ti mis sueños, anhelos, mi todo.

Fui prisionero de tus besos,

Redentor de tus caricias,

Fui verso ahogado en tinta; bohemio perdido en la nicotina

Fui sol, amante de la luna, fui rayo y me perdí en el abismo.

Desperté llorando, he fallado en amarte, como falle al nacer, como fallo siempre,

Como una ola que desaparece al tocar la sal en la arena; no merezco la vida,

No una tan plena, tan coherente.

Comienzo a creer que estas mejor sin mi a tu lado.

Por mi no te preocupes, la soledad me resguarda, como siempre, mártir fui mártir moriré.

Soy un mito, fuiste un sueño, el arcoíris de mi cielo.

Fui tormenta, borre con mi cuerpo tu pasado, tus penas, tus problemas

Tristemente me convertí en ellos.

Ahora soy viento, recorreré mi tormenta a otra bahía,

A una que este vacía, donde no dañe a nadie con mis rutinas

Y esas gotas que caen una a una puedan seguir cayendo sin temor a causar infortuna.

Se libre y vuela como las gaviotas, vive, sueña, ama y que las estrellas te cuiden,

Desde allá te cuidara mi alma.




Te amo Izi. Se feliz, hoy mañana y siempre.

Gracias por todo...

viernes, 1 de julio de 2011

Bajo el cielo florecía una rosa,

clara y suave, sin espinas,

subía por mi piel tiñendo mis rincones,

con su olor, con su esencia.

Tristemente la rosa poco a poco se marchitaba

dejaba de ser la hermosa rosa que me cubría

dejaba de ser la esencia que me enmarcaba.

Las horas continúan en el reloj que no para

la tierra gira y gira y sigo aquí, sin nada.

Cuando dejas que la rosa se ahogue desaparece

y sus pétalos, uno a uno cubren la aurora de la luna.

Hoy la luna es roja, llora sangre, sangre que no tiene.

Es mi culpa, y una ola lo calla.

Bajo el cielo floreció una espina,

recubrió los campos que alojó la rosa,

El reloj no paró, ni el mundo se inmutó,

hoy muere un fénix al fuego, renace otra flor,

otra flor que no soy yo.